Protestan pacientes del IMSS con enfermedades renales ante la falta de clínica para que atiendan sus problemas de salud renales y que requieren hemodiálisis.
Al no contar con la infraestructura para brindar el servicio a pacientes renales, el Instituto Mexicano del Seguro Social hizo un convenio con clínicas privadas para dar el tratamiento necesario.
Alrededor de 180 pacientes fueron dirigidos a la clínica Santa Carmen, sin embargo el 31 de marzo alrededor de las 9:30 de la mañana ya no se permitió el acceso a los pacientes, debido a que supuestamente se venció el contrato que la empresa tenía con el IMSS y ya no los recibieron.
Se dijo que al solicitar el apoyo del IMSS, los pacientes fueron canalizados a las instalaciones del Hospital San José, sin embargo, en ese lugar no se cuenta con el espacio adecuado para el requerimiento médico.
Una paciente con gran indignación describió que afuera de la recepción estaba la pipa de agua, que en las escaleras había accesorios de los baños y que todo el espacio estaba en condiciones deplorables.
Los inconformes se reunieron en las instalaciones del IMSS en Paseo Central y en las instalaciones de la Clínica Santa Carmen, para manifestar sus necesidades y exigir instalaciones que cumplan con las medidas de salubridad y espacio suficiente para recibir las terapias.
“Si no se nos da el apoyo, nos es imposible pagar las sesiones de hemodiálisis, ya que cuesta mil 600 pesos cada sesión”, expresó una paciente.
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