La ciudad de Querétaro celebró recientemente la cuarta edición del Festival Internacional de Cortometrajes, un espacio donde creadores emergentes y especialistas del cine se reunieron para impulsar el talento juvenil. Durante el evento, Judith Ruiz Godoy, decana nacional de la Escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey —institución organizadora— compartió su visión sobre la importancia del encuentro.
Ruiz Godoy señaló que esta edición superó nuevamente las expectativas, especialmente por la calidad de los trabajos presentados por los estudiantes. Explicó que el festival es un momento donde convergen profesores, alumnos, familias y profesionales para constatar que el cine, el arte y la cultura se construyen de manera colectiva. Destacó también la emoción de ver surgir a una nueva generación con una voz artística propia, respaldada por herramientas tecnológicas y creativas que forman parte de su formación académica.
La decana observó que una gran parte de los cortometrajes correspondió al género documental, lo que permitió conocer de cerca las preocupaciones de los jóvenes como generación. Temas como la violencia, la igualdad de género, la vulnerabilidad social y los retos culturales fueron recurrentes. Según comentó, estas producciones reflejan la forma en que los estudiantes interpretan su entorno y enfrentan los desafíos del país, lo que convierte al festival en una verdadera celebración colectiva de conocimiento y expresión artística.
Un aspecto que llamó especialmente su atención fue el reconocimiento que los estudiantes expresaron hacia la labor periodística en México. Para Ruiz Godoy, esto confirma que el cine no es un medio aislado, sino un punto de encuentro entre disciplinas. Explicó que, en un mundo donde el ser humano comparte protagonismo con la tecnología y la inteligencia artificial —lo que denomina “sujeto distribuido”—, las universidades deben ser cuidadosas al integrar estas herramientas en la formación creativa. Subrayó la importancia de promover un uso ético, crítico y responsable de los algoritmos en la producción cinematográfica.
La académica también resaltó la capacidad de los jóvenes para resolver situaciones cinematográficas complejas y reflexionar sobre fenómenos sociales y culturales contemporáneos. Mencionó que entre las inquietudes expresadas por los estudiantes estuvo el papel de las plataformas de streaming como productoras de contenido masivo, así como la necesidad de fortalecer la presencia del cine mexicano en salas y en dichos espacios digitales. Afirmó que el cine debe ser entendido no solo como entretenimiento, sino como un espejo de las realidades culturales y sociales del país, por lo que resulta esencial mantener un diálogo constante entre universidades, escuelas de cine, la industria y la crítica especializada.
El festival, organizado por la Escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey, reunió a destacadas figuras del cine nacional e internacional, quienes participaron en conferencias y actividades de exhibición.
Finalmente, Ruiz Godoy enfatizó la importancia de que los estudiantes estén preparados para utilizar adecuadamente las herramientas tecnológicas sin perder la autenticidad creativa del autor. Reconoció que el periodismo cultural es fundamental para legitimar y difundir el cine mexicano, al ofrecer un espacio confiable de análisis y diálogo en medio de la saturación informativa actual.
La muestra incluyó conferencias como Perspectivas contemporáneas del cine mexicano, impartida por Daniel Hidalgo, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas; y El cortometraje como vehículo de transformación social, con la participación del director Juan Carlos Rulfo y el documentalista Pau Montagud, entre otros expertos.
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